Las infecciones pueden desarrollarse en cualquier parte de la boca: en las encías, labios, paladar, mejillas y lengua, o dentro y debajo de los dientes. Prestar atención a la salud dental es fundamental para prevenir infecciones dentales.

Una infección dental puede ser causada por caries o un diente roto que hace que la pulpa se infecte. La pulpa es la parte del diente que contiene vasos sanguíneos, tejido conectivo y nervios grandes. Cuando se produce una infección, las bacterias pueden salir del diente hacia el hueso o el tejido que se encuentra debajo, formando un absceso dental. Una infección dental puede provocar sepsis.

El cuidado dental normal, como el cepillado regular y el uso de hilo dental, junto con el sistema defensivo natural de nuestra saliva, suele ser suficiente para mantener nuestra boca limpia, fresca y saludable. Sin embargo, si se permite que las bacterias se acumulen, pueden causar una infección.

Los signos y síntomas de un absceso dental incluyen dolor de muelas intenso, constante y punzante que puede extenderse a la mandíbula, el cuello o la oreja.

Dolor o malestar con temperaturas frías y calientes, o al presionar, masticar o morder. Se presenta fiebre e hinchazón en la cara, mejilla o cuello que puede provocar dificultad para respirar o tragar.

Ganglios linfáticos sensibles e inflamados debajo de la mandíbula o en el cuello, también se puede presentar líquido salado y maloliente en la boca.



Lo que puede comenzar como una pequeña infección en alguna parte del diente puede eventualmente extenderse por todo el cuerpo y causar sepsis o shock séptico, por eso es importante visitar con regularidad a un especialista como es: CIMOH Centro Médico Odontológico de Hidalgo Dr. Vargas Maxilofacial.